Tengo que decir que posiblemente era uno de esos monumentos que tienes unas ganas infinitas de visitar, ya sea por su importancia histórica y cultural, como por la de veces que mi profesor de historia del arte en el instituto nos habló con tanto entusiasmo de ella. Sea por una cosa o por otra (que posiblemente sea por una mezcla de ambas), mi viaje a Estambul para ver Santa Sofia no iba a tardar mucho.

Como su nombre indica (Sofia, proviene del latín y significa sabiduría), la iglesia está dedicada a la Divina Sabiduría, una imagen del Antiguo Testamento, en concreto del Libro de la Sabiduría y que hace referencia a la personificación de la sabiduría de Dios o mas concretamente de la segunda persona de la Santísima Trinidad.

Santa Sofia, ha sido la Mezquita principal de la ciudad de Estambul durante cerca de 500 años y ha servido de modelo para otras grandes mezquitas del mundo árabe como la mezquita del Sultán Ahmed muy cerca de la misma o de la mezquita de Sehzade.

Podemos encontrar dentro de ella grandes joyas escultóricas asi como una gran colección de reliquias de santos. Contó también con un iconostasio de plata de 15 metros, uno de los mas importantes en su género. Encontramos aquí uno de los mosaicos mas aclamados del arte bizantino y mejor conservados, la representación de Cristo Pantocrátor que pertenece al mosaico de la Déesis.

Visitar Santa Sofia es toda una experiencia y no puedes irte Estambul sin visitar esta joya del patrimonio turco, tanto el interior como las grandes vistas y estampas que deja su imponente cúpula.

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Aitor
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