Tengo que decir que posiblemente era uno de esos monumentos que tienes unas ganas infinitas de visitar, ya sea por su importancia histórica y cultural, como por la de veces que mi profesor de historia del arte en el instituto nos habló con tanto entusiasmo de ella. Sea por una cosa o por otra (que posiblemente sea por una mezcla de ambas), mi viaje a Estambul para ver Santa Sofia no iba a tardar mucho.
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