La sultanía de Omán es un país con un turismo aún naciente en el que encontramos magníficos paisajes tanto en montañas, como en desiertos y playas. Es un país muy acogedor, por lo que los Viajes a Omán te sorprenderán gratamente con algunas curiosidades locales y el contraste entre lo moderno y lo antiguo.
Cuando planteamos viajes a Omán, hablamos de visitar un país heredero de la tradición de la Península Arábiga. Actualmente se encuentra fuera de las rutas principales de Oriente Medio, pero en el pasado era esencial en las antiguas rutas marítimas y terrestres del comercio. Esto hace que su gastronomía sea tan especial, una mezcla sabores del perímetro del Océano Índico.
Su belleza paisajística abarca desde sus kilométricas costas frente al Índico, las montañas de Hajjar con 3.000 metros de altitud y sus cañones tan profundos como bellos, los refrescantes wadis que destacan la riqueza oculta de Arabia, hasta los extensos desiertos de dunas de Ruba al-Khali, hacen de los viajes a Omán una experiencia única en la vida.
¿Qué ver en Omán?
Al viajar a Omán, te darás cuenta que es un país con un poco de todo. Habrá días en los que conviene hacer un poco aventura y, por qué no, un poco de ejercicio. Otros días serán para perderse por las calles de sus centenarias ciudades para conocer todo el patrimonio arqueológico e histórico que tiene este país.
Estas son algunas de las cosas que hay que ver en Omán, y que no te puedes perder.
La capital y sus encantos
Muscat: La capital de Omán, también conocida como Mascate, tiene muchas cosas interesantes que ofrecer a sus visitantes. La mezquita del Sultán Qaboos —actual monarca del país— es una joya arquitectónica por su opulencia. Cerca de la capital también podrás ver uno de los zocos más antiguos de este país. Cuando uno viaja por Oriente Medio siempre es de interés conocer estos mercados, y los viajes a Omán no iban a ser menos.
Patrimonio histórico
El Fuerte de Bahla: Se trata de una fortaleza militar que forma parte de la lista de lugares que son Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. ¿Qué tiene de particular el Fuerte de Bahla? Pues su historia se remonta a 3.000 años antes de Cristo. Al entrar, estarás compartiendo un espacio con otras personas y culturas que estuvieron allí salvaguardando la zona. Separado, por supuesto, por esa enorme cantidad de años. Algo imperdible en los viajes a Omán.
Una topografía espectacular
Los desiertos: Omán es un país de la Península Arábiga. Es más que probable que su cultura y su sociedad estén condicionados por la cantidad de desiertos que hay en esta zona. Viajar a Omán significa la posibilidad de conocer uno o varios de sus desiertos. El desierto de Ramlat al-Wahiba, desde el cual puedes hacer ver puestas del sol o ver camellos. El desierto Al-Kaloof tiene el atractivo que colinda con el mar. Sin obviar, por supuesto, al más grande de todos, Rub al-Khali.
Montañas: Omán te puede sorprender con sus montañas de considerable altura. Así que, si tienes tiempo para otra aventura dentro de la naturaleza de este país, debes ir a conocer las montañas y sus pueblos y aldeas. Es tan solo una de las cosas que tienen los viajes a Omán que sorprende al visitante. Puedes ver sus Oasis de montaña, como Wadi Bani Khalid, o sus pueblos como Al Hamra o Misfat Al Abriyeen.
Masira: ¿Sabías que Omán tiene una isla? Si quieres ir a un lugar un poco más pequeño y retirado, puedes pasar por Masira y conocer una isla que tiene todos los encantos que tiene el país en tierra firme. Una ocasión ideal para disfrutar de la playa en el Océano Índico.
Un fenómeno climático único
Salalah: Si visitas esta ciudad entre los meses de julio y agosto, tendrás la oportunidad de ver a esta ciudad transformar su terreno árido y de color marrón a un verde frondoso. Esto se debe a los monzones y al clima nublado. Pese a que no hay grandes precipitaciones, el cambio de clima es suficiente para producir este cambio en la vegetación tan repentino. Esta ciudad alcanzó su apogeo en el siglo XIII debido al comercio de incienso. Así, es una ciudad con interés histórico y con cuatro tumbas de profetas islámicos: Nabi Imran, Nabi Ayoob, Nabi Houd, y Nabi Salih.